Los abortos de repetición son realmente frustrantes para una pareja que está buscando el embarazo. Estos abortos son considerados de repetición o recurrente cuando se dan 3 o más seguidos. Poco se sabe acerca de ellos, pero cada vez son más los estudios que intentan dar una explicación a estos problemas a la hora de gestar. Muchos de los factores de riesgo de aborto espontáneo están asociados a la mujer, pero no hay que quedase únicamente con eso. Hay estudios recientes que relacionarían la infertilidad masculina y los abortos, o mejor dicho, una mala calidad del semen, no detectada, y estos abortos.
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¿Es posible abortar debido a una mala calidad del semen?
Cuando se realizan tratamientos de reproducción asistida se estudian aspectos como la movilidad o el número de espermatozoides. No obstante, estos parámetros no son suficientes para relacionar el esperma con los abortos espontáneos. Más bien serían parámetros que nos hablarían de si esos espermatozoides son capaces de fecundar el óvulo.
Hay estudios recientes sobre el embarazo y las probabilidades de ser madre que se centran en el análisis sobre la fragmentación y la oxidación del ADN, así como el análisis de microdeleciones del cromosoma Y. Estos estudios se realizan a sabiendas de que la población de espermatozoides de un varón debe tener una dotación cromosómica normal para poder conducir a una gestación correcta. Los espermatozoides que no cuenten con ella, podrían trasmitirlos al embrión y dar como lugar unos embriones cromosómicamente anormales. En resumen, estos espermatozoides podrían ser un factor de riesgo a la hora de padecer abortos espontáneos.
A la pregunta de si es posible abortar debido a una mala calidad del semen, los últimos estudios la responderían con un sí. En esta calidad del semen influirían aspectos como la fragmentación del ADN espermático, el estrés oxidativo o microdeleciones del cromosoma Y.
Parámetros que podrían influir en el aborto espontáneo
Uno de los parámetros más importantes sería revisar la fragmentación de ADN espermático. Este término se refiere a las pequeñas roturas que se pueden originar en el material genético de los espermatozoides. Estas roturas afectarían directamente a la integridad del ADN.
Si el esperma de un varón cuenta con mucha fragmentación, nos encontraríamos con subfertilidad en el varón. Esta subfertilidad afectaría a las probabilidades de embarazo, serían menores, pero, además, también aumentaría la tasa de abortos espontáneos.
Los estudios relacionarían este problema con la exposición testicular a altas temperaturas, la oxidación del ADN, la maduración incompleta de los espermatozoides, factores tóxicos, fiebre alta, tratamientos con radio o quimioterapia etc.
Además, también es bueno saber que la fragmentación se puede revertir con tratamiento oral a base de antioxidantes como vitamina E o C, con selenio o con zinc.
El estrés oxidativo también sería un factor de riesgo a la hora de los abortos recurrentes. Las principales causas del daño oxidativo son los radicales libres de oxígeno que se generan en circunstancias concretas. Estas circunstancias pueden ser tratamientos de quimio o radioterapia, exposición a pesticidas o metales pesados, abuso de drogas, tabaco o alcohol o incluso la oxidación de los propios espermatozoides. Sí, los espermatozoides tienen una capacidad de producir sustancias oxigeno reactivas, algo que tendría un efecto tóxico sobre ellos mismos.
Microdeleciones del cromosoma
Finalmente habría que valorar las microdeleciones del cromosoma. Se cree que hasta el 25% de la infertilidad masculina podría estar relacionada con defectos o pérdidas en regiones del cromosoma. Esta ausencia afecta directamente a la formación de espermatozoides.
En este último punto hay bastante controversia. Hay estudios que aseguran que las microdeleciones en el brazo largo del cromosoma Y podrían estar relacionadas con la fertilidad del varón. No obstante, no hay datos concretos que lo relacionen con el aborto de repetición.
