Solo el 10% de las parejas que planifican su embarazo acuden a una consulta preconcepcional

La Dra. Mar Sanz Gascón, explica para Seras mamá, en qué consite una consulta preconcepcional y la importancia de visitar al gonecólogo antes del embarazo.

Consulta preconcepcional

Aunque la mitad de las gestaciones de nuestro entorno están planificadas, tan sólo el 10% de las parejas que planifican su gestación acuden de forma voluntaria a una consulta preconcepcional. Dicha consulta tiene como finalidad identificar condiciones sociales y médicas, tanto maternas como paternas, que puedan ser optimizadas antes de la concepción con el fin de incrementar las posibilidades de un resultado perinatal favorable.

La consulta preconcepcional debe ser personalizada, pero sus bases son las siguientes:

  • Evaluación del riesgo preconcepcional

Es aconsejable realizar una adecuada exploración general y ginecológica, practicando citología cervical según el programa de cribado poblacional. La analítica recomendada incluye un hemograma, grupo sanguíneo y factor Rh, determinación de glucosa en sangre, presencia de proteínas en orina y despistaje de enfermedades infecciosas: rubéola, sífilis, VIH y si existen factores de riesgo, hepatitis B, C, herpes genital o tuberculosis. Se debe vacunar a la paciente de la rubéola si no está inmunizada, y así mismo se debe evitar la gestación en los tres meses siguientes.

Es imprescindible evaluar patologías crónicas como diabetes pre gestacional, hipertensión arterial, epilepsia, enfermedad cardiovascular, hipo o hipertiroidismo, asma y trastornos psiquiátricos. Cualquier cambio en la medicación que actualmente lleven de cara a la gestación debe ser consensuado con el médico que controla su patología. En los casos de cáncer existe un programa de asesoramiento para preservar la función ovárica antes de iniciar quimio o radioterapia, como por ejemplo la congelación de óvulos.


Igualmente importantes son los antecedentes reproductivos de la paciente, se debe recoger el antecedente de parto pretérmino, aborto de repetición, muerte fetal intrauterina, preeclampsia, e informar sobre posibilidades de recurrencia en la gestación futura.

En caso de historia familiar o hijos previos con alteraciones genéticas o cromosómicas, metabólicas, neurológicas o retraso mental,  se derivan a una consulta específica de consejo genético para evitar su transmisión a la descendencia, en los casos en los que así ocurre.

  • Acciones educativas y promotoras de salud

Se aconseja seguir una nutrición equilibrada, evitar sobrepeso, moderar el consumo de cafeína, abandonar el tabaco, no consumir alcohol u otras sustancias psicótropas, y realizar ejercicio físico moderado.

  • Suplementos farmacológicos

Es aconsejable la ingesta diaria de cantidades adecuadas de ácido fólico cubriendo el período comprendido entre 4 semanas antes y 12 semanas tras la concepción, en cantidades entre 0.4-0.8 mg/ día (dosis mayores en caso de antecedente de defecto de tubo neural). También se recomienda consumo habitual de sal yodada y suplementos de yodo de al menos 200 microg/día. Los complejos vitamínicos habituales contienen las dosis recomendadas, y completan adecuadamente el estado nutricional materno, determinante fundamental del desarrollo embrionario.

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