Cómo contar a la familia que tenemos problemas de fertilidad

Se calcula que entre un 15 y un 17% de parejas en España tienen problemas de fertilidad. Una cifra que está más allá de los números pues detrás de cada uno de ellos se esconden historias, personas, con trayectorias y situaciones diferentes. Cuando se pasa por un proceso de infertilidad y la pareja comienza un tratamiento que, por el motivo que sea, se prolonga en el tiempo, surge muchas veces la pregunta de si compartir dicha circunstancia con la familia o amigos más cercanos.

Se trata ésta de una decisión muy personal que depende de cada pareja y la relación que tenga con su entorno.

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Consejos para comunicar a la familia que tenemos problemas para concebir

Lo primero es que la pareja esté unida en la decisión de comunicarlo o no. Y, también, que piensen con detenimiento a quién se lo comunicarán, ¿a los padres de él, los de ella, los amigos comunes, los hermanos…? Todo esto tiene que estar claro en ambos miembros de la pareja para que no se tomen decisiones de forma unilateral. Es un problema que afecta a ambos, y como tal, ambos tendrán que decidir juntos. En Serás mamá te ofrecemos algunos consejos para contar a la familia que tenéis problemas de fertilidad, pero que estáis en medio de un tratamiento de fertilidad que puede ayudaros a formar una familia.

  • Seleccionar a quién contárselo

Como decíamos, ésta es la primera decisión y dependerá del tipo de relación que cada cual tenga con su familia y amigos. Quizá solo se le quiera contar a un grupo muy reducido de gente, quizá a un grupo más amplio. Por lo general, posteriormente no querremos estar dando continuas explicaciones y quizá por eso seleccionemos a gente que sepamos que no nos atosigarán a preguntas. También es posible que busquemos a los miembros de nuestro núcleo más discreto, ya que para nosotros esta virtud será fundamental.

  • Elegir qué información contamos

Una vez elegidas las personas a las que contárselo llega el siguiente paso. ¿Qué contarles? Hay que plantearse si queremos compartir con ellos todo el proceso de la inseminación artificial o la fecundación in vitro, lo vivido hasta ahora y lo que queda por vivir o si solo nos apetece contar una parte de ello.


  • Ser conscientes de que habrá consejos “gratuitos” y “bien intencionados” que tal vez no queramos oír

En la sociedad en general existe poca información acerca de la infertilidad y de cómo actuar cuando alguien comparte con nosotros sus problemas con ella. Se tiende a minimizar esa circunstancia y caer en tópicos y frases comunes como “cuando os relajéis seguro que llega el bebé”. Este tipo de comentarios, la mayoría de las veces bien intencionados por parte de familiares y amigos, pueden resultar muy dolorosos a la pareja. En ellos pueden aflorar sentimientos de frustración y de culpa por no lograr el embarazo, cuando a veces en nada influye su actitud o su “estado de nerviosismo”.

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  • Intentar desdramatizar la situación

Cuando decidamos compartir la información con nuestra familia, hay que intentar hablar de los problemas de fertilidad de manera natural. Esta circunstancia es más común de lo que creemos y así hay que hacérselo ver. También, explicarles que mantenemos nuestro deseo de ser padres y que, para conseguirlo, nos estamos sometiendo a unas pruebas y tratamientos. Debemos intentar focalizarnos en la parte positiva que es que hemos detectado un problema y estamos poniendo todos los medios a nuestro alcance para solucionarlo y que muy pronto esperamos conseguir los resultados esperados.

  • Explicar nuestros sentimientos

Es igualmente útil mostrar nuestras emociones de una forma franca. Hacerles ver cómo nos sentimos, qué sentimientos estamos experimentando y qué esperamos de ellos o cómo nos gustaría que nos ayudasen. Tampoco pasa nada por explicarles qué a veces quizá no querremos hablar del tema o que nos pregunten y que necesitaremos justo lo contrario, hablar de otros temas para oxigenarnos un poco.

Como ves, puedes ser dificil abrirse y contar los problemas de fertilidad, sin embargo, hablar de ello con vuestro entorno puede ayudaros más de lo que crees.

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