Criopreservación de semen: cuándo recurrir a ella

La criopreservación del semen es una técnica para preservar la fertilidad masculina. Un recurso frecuentemente utilizado en las clínicas de reproducción asistida, que consiste en la congelación del semen y su almacenamiento para poder utilizarlos en un futuro. Además, preserva su calidad.

¿Cuándo  apostar por la criopreservación de semen?

A pesar de que la producción de espermatozoides se mantiene -en principio-, durante toda la vida del varón. Pese a que no se suele recurrir a esta técnica,  por contra de la congelación de óvulos, existen una serie de circunstancias en las que la criopreservación de semen está especialmente indicada:

  • Pacientes oncológicos en tratamiento. Uno de los efectos secundarios que producen tratamientos tan agresivos como la quimioterapia o la radioterapia es anular la capacidad reproductiva masculina. En estos pacientes es necesario congelar la muestra antes de iniciar el tratamiento.
  • Previamente a una vasectomía para varones que no descarten plenamente la paternidad en el futuro.
  • Pacientes en los que es difícil conseguir una muestra seminal para iniciar un tratamiento de reproducción asistida. Ofrece una mayor comodidad a la hora de realizar los tratamientos así como la obtención de muestras más valiosos, obtenidas mediante biopsia testicular o aspiración de epidídimo.
  • Pacientes con mala calidad de esperma. En aquellos con un seminograma de bajo recuento o con espermatozoides con motilidad reducida (oligozoospermia y astenoszoospermia). Con la crioconservación se aumentarán las posibilidades de embarazo en un ciclo, por si acaso la reserva espermática empeorase con el tiempo o en el momento de la FIV (fecundación in Vitro).
  • Por circunstancias laborales, ya que determinadas profesiones ponen en riesgo la funcionalidad del aparato reproductor masculino: militares, ciertos cuerpos de seguridad, hombres que trabajen manejando sustancias tóxicas o radiactivas, etc.
  • Cuando se trata de muestras infecciosas (positivos en Hepatitis C, B, o VIH). En este caso se realiza un análisis y selección previa.
  • Por el deterioro progresivo en la calidad del semen cuyo origen es desconocido.
  • En el caso de donantes de esperma se hace imprescindible utilizar esta técnica, ya que la legislación de española obliga a las clínicas en las que se va a donar semen a realizar unos análisis que aseguren que las muestras obtenidas no presentan ningún tipo de enfermedad.

Crioconservación de semen: cómo llevarla a cabo


Se trata de una técnica sencilla que se realiza de forma rutinaria en cualquier clínica de reproducción asistida. El requisito imprescindible es que la muestra recogida presente motilidad de los espermatozoides.

Se inicia con la firma por parte del paciente de un documento en el que se le informa del proceso y da su consentimiento.

  • El paciente entrega una primera muestra que se analiza y se congela. En función de la calidad de la misma, tendrá que entregar o no, una serie de muestras adicionales. Es aconsejable, antes de la obtención de la muestra, permanecer en abstinencia 3 o 5 días.
  • Se realizan una serie de análisis previos para determinar el riesgo infeccioso (el VIH, las Hepatitis B y C, la sífilis, etc.).
  • Una vez que finaliza el proceso de recogida y congelación se entrega al paciente un informe con la información sobre el número y las características de las dosis recogidas.

Crioconservación del esperma: resultados y duración de la muestra congelada

En las muestras con buena calidad, a pesar de que algunos parámetros del semen pueden verse alterados tras la descongelación, este hecho no disminuye las probabilidades de embarazo.

Habitualmente, las clínicas privadas conservan el esperma aproximadamente 2 años (incluidos en el precio inicial del tratamiento) y, a partir de ahí, se cobra un plus por las renovaciones.

Respecto al tiempo, no existe una legislación específica que limite el número de años que puede mantenerse congelada una muestra de esperma.

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