¿El zinc mejora la fertilidad masculina?
El zinc es un mineral importantísimo para nuestro organismo, que solo podemos obtener a través de la alimentación, puesto que su presencia de manera natural en nuestro cuerpo es escasa. Por ello, es un micronutriente esencial, que el intestino delgado absorbe y deposita en el hígado, desde donde se transporta al resto de tejidos.
Está incluido dentro de las 100 enzimas más importantes, y se relaciona con el metabolismo de las proteínas, los glúcidos, la síntesis de insulina, la mejora del sistema inmunitario y la eliminación de los radicales libres del cuerpo. Es un potente antioxidante.
¿Cómo afecta la presencia del zinc a la fertilidad?
La cantidad de zinc recomendada a partir de los 14 años es de 8 mg al día en las mujeres y 11 mg al día en los hombres.
Además de las propiedades que el zinc tiene en numerosas funciones vitales, es un mineral que puede desarrollar un papel fundamental en el desarrollo de esperma o espermatogénesis.
Existen estudios que determina que la concentración de zinc en los testículos aumenta durante la espermatogénesis y, a partir de esa fecha, no han parado de aumentar la elaboración de estudios que relacionan zinc y fertilidad masculina.
Estas investigaciones han concluido que índices de zinc saludables favorecen el desarrollo de espermatozoides, además de repercutir en su movilidad (característica fundamental para la fecundación).
Cuando se dan deficiencias de zinc en los hombres el semen presenta una menor calidad. Además de poder ser una de las causas de infertilidad masculina, su ausencia también se relaciona con la disfunción eréctil y problemas de libido. Por este motivo la gran mayoría de complejos vitamínicos masculinos para favorecer la fertilidad presentan este mineral entre sus principales componentes.
El aumento de la ingesta de zinc, combinado con un aumento también del ácido fólico y el selenio, está demostrado que inciden favorablemente en la fertilidad del hombre de manera significativa.
¿Qué alimentos contienen Zinc?
La alimentación y la fertilidad van cogidos de la mano, por ello debes mejorar tu dieta a la hora de querer se padre o madre. Existen numerosos alimentos que cuentan con este mineral. Entre ellos:
- Lácteos y quesos
- Huevos: sobre todo la yema
- Pescados y mariscos como las ostras, los cangrejos, la langosta…
- Cereales: avena, germen de trigo, salvado de trigo, harina de soja…
- Frutos secos como pipas de girasol, cacahuetes, almendras, piñones...
- Carnes: ternera, hígado, cordero, caballo, vaca, pollo y cerdo.
- Frutas, verduras y legumbres: plátano, melocotones, higos, apio, berenjenas, soja, espárragos, patatas, guisantes y garbanzos.
El zinc y su importancia en la fertilidad femenina
Mientras que en el caso de los hombres el zinc influye en la cantidad de testosterona y la calidad del esperma en el embarazo, en las mujeres, el déficit de este mineral se asocia con irregularidades en su ciclo menstrual.
Si quieres ser mamá, las dosis adecuadas en zinc favorecen el proceso de ovulación, aumentando las opciones de quedar embarazada en mujeres que presentan algún tipo de problema.
Mención especial requiere su consumo durante el embarazo, donde es muy importante ya que es responsable de una división celular adecuada. Niveles bajos de zinc se asocian también con:
- Nacimiento prematuro
- Bebés con bajo peso al nacer
- Retraso en el crecimiento
- Posibilidades de sufrir preclamsia durante el embarazo
¿Por qué no excederse en el consumo del zinc?
Dicho esto también hay que destacar que, aunque el zinc es un mineral muy beneficioso para el organismo, en cantidades especialmente elevadas, puede convertirse en tóxico, por lo que hay que controlar bien la cantidad consumida.
En los hombres, una cantidad excesiva se ha vinculado con el aumento de posibilidades de padecer cáncer de próstata.
El secreto está en mantener una dieta equilibrada que aporte los nutrientes necesarios y, en el caso de que no sea posible, recurrir a los suplementos específicos que presentan las cantidades necesarias.