La heparina es una medicación inyectada, subcutánea, que se usa en muchas especialidades médicas para prevenir trombosis en situaciones de riesgo. En la actualidad existen estudios en mujeres y en placenta en los que se empieza a demostrar que el uso de heparinas mejora el implante del embrión en el útero, el desarrollo de la placenta y hay muchas mujeres que han logrado quedar embarazadas de este modo después de varios abortos.
Heparina como tratamiento para el aborto de repetición
La heparina es uno de los fármacos sometidos a investigación para tratar a las mujeres que han sufrido varios abortos. La heparina es un eficaz agente anticoagulante muy utilizado en medicina para el tratamiento de la trombosis o para evitar su aparición, a raíz de esto, los expertos han llegado a la conclusión que, dado que una de las causas del aborto o fallo de implantación del embrión son los trastornos de coagulación o anticuerpos contra la misma, se ha propuesto la utilización de la heparina en pacientes que presentan estos problemas y en ambas situaciones estas pacientes responden satisfactoriamente al tratamiento.
Como decíamos, se trata de una investigación que continua en curso, por lo que, de momento, no existe una evidencia clara sobre su eficacia aunque los estudios publicados hasta la fecha muestran una tendencia favorable respecto a las tasas de éxito alcanzadas en los tratamientos de fertilidad combinados con el uso de la heparina.
Las complicaciones vasculares gestacionales engloban los abortos de repetición, preeclampsia (hipertensión inducida durante el embarazo) y retraso de crecimiento intrauterino, entre otras patologías, y parece ser que la trombofilia está implicada en estos procesos. Además también afecta a la implantación del embrión en las técnicas de fertilidad y el desarrollo de la placenta en el embarazo.
¿En qué casos está demostrada científicamente la eficacia de la heparina para lograr el embarazo?
La opinión más generalizada de los expertos es que cuando una mujer se somete a un tratamiento de fecundación in vitro, el riesgo de sufrir una trombosis es real pero muy bajo, se sitúa entre el 0.1 y el 0.3% de los casos, por ello muchos de los especialistas consideran que no está justificado todavía el uso de manera rutinaria de la heparina.
En los casos en los que sí que hay acuerdo entre la comunidad médica es:
Por tanto, como conclusión se puede apuntar que las sociedades científicas apuestan por seguir valorando e investigando si el uso rutinario de la heparina tiene algún efecto positivo en el caso de los abortos de repetición de causa desconocida.