¿La flora vaginal afecta a la fertilidad femenina?

Cuando hablamos de flora vaginal nos referimos a un conjunto de microorganismos fundamentalmente hongos, virus y hongos que conviven en armonía en la cavidad vaginal. Aunque en principio esta condición podría parecer peligrosa desde el punto de vista de la salud, nada más lejos de la realidad muchas mujeres se cuestionan si la flora vaginal afecta a la fertilidad de la mujer o causar problemas de fertilidad, veamos a continuación toda la información sobre el tema.

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Una adecuada flora varginal, formada principalmente por lactibacillus, resulta imprescindible para el buen funcionamiento de la zona y nos protege, además, de infecciones por otros “cuerpos” nada beneficiosos para nosotras. De ahí que resulte muy importante conocerla y preservarla, con los cuidados adecuados.

¿El pH vaginal afecta a la fertilidad de la mujer?

Dentro de este equilibrio que representa la flora vaginal destaca el pH vaginal, un elemento indicativo de que este equilibrio se produce y de que todo funciona correctamente.

El pH vaginal está regulado por un balance equitativo entre la alcalinidad y la acidez del ambiente vaginal y en el caso de este órgano, sus valores se mueven entre los 3,5 y los 4,5 puntos, lo cual indica que es ligeramente ácido durante buena parte del ciclo menstrual. No obstante, sus valores son dinámicos y varían para adaptarse a las fases del ciclo de una mujer, en coordinación con la fertilidad que se produce en determinados días del mismo.

La acidez que presenta el ph Vaginal sirve para proteger a nuestro organismo frente a las infecciones de determinadas bacterias maliciosas, y de ahí que sea el valor predominante durante el ciclo menstrual. Sin embargo, si este valor se dispara o permanece muy elevado durante todo el ciclo, también el pH vaginal puede afectar a la fertilidad, ya que convierten la vagina en una cavidad hostil para los espermatozoides, dificultando su tránsito e incluso matándolos. Por tanto, la fertilidad de la pareja se vería comprometida.


Por su parte, tampoco es bueno que el ph vaginal muestre valores demasiado alcalinos, ya que entonces no protegería a este órgano tan sensible de los ataques de bacterias, derivando en infecciones como la conocida candidiasis vaginal que puede afectar a la fertilidad y también influiría en una mayor receptividad para contraer enfermedades de transmisión sexual, así como sufrir algunas complicaciones durante el embarazo como que sea ectópico y por tanto, inviable.

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Con este panorama parece obvia la importancia de la flora vaginal y un correcto pH en equilibrio para la fertilidad femenina. Por eso, te recomendamos que conozcas lo que puede hacer la microbiota por tu fertilidad y cómo puede ayudarte a establecer unos valores correctos.

La fluctuación en los valores de este pH ocurre excepcionalmente durante el periodo de ovulación de la mujer. De cara a favorecer una posible fecundación, el pH vaginal que era ligeramente ácido, alcanza valores que se mueven entre los 7 y los 14 puntos, debido al aumento de la hormona luteinizante (LH), que avisa a nuestro cuerpo de que nos encontramos en el momento de la ovulación.

Esta condición hace que crezca una moco cervical más espeso y fértil, que propicia lo movilidad del esperma en el caso de una eyaculación en la vagina. Así, los espermatozoides pueden sobrevivir durante 72 horas tras la eyaculación, para realizar todo el tránsito a través de la vagina, el útero, las trompas de Falopio y finalmente, colonizar el óvulo maduro para conseguir la fecundación.

Hoy en día, para poder valorar el estado de la flora vaginal, existen determinamos estudios que el ginecólogo puede realizar, para comprobar si está afectando a nuestra fertilidad o puede causar problemas a la hora de ser madre y concebir. Se trata de cultivos microbiológicos que se efectúan en la propia consulta de ginecología tras tomar una muestra de la flora vaginal.

El resultado arrojará información sobre el estado de la misma para verificar que todo esté funcionando correctamente, que no haya anomalías o desequilibrios importantes y que, en el caso de haberlos, no afecten a la fertilidad femenina. De ser así, se tomarían medidas adecuadas para subsanar dicha situación.

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