Cómo influye el factor ovárico en la infertilidad femenina

El factor ovárico (también denominado endocrino) es una de las causas de infertilidad femenina más comunes. Consiste en fallos hormonales o alteraciones que influyen en el ciclo ovulatorio, haciendo que se produzca la anovulación (ausencia de ovulación), o desajustes en la calidad/cantidad de los ovocitos. Es decir, la infertilidad se produce por un mal funcionamiento de los ovarios, en uno u otro sentido.

En ocasiones, los problemas ováricos pueden ser transitorios, debido al estrés, la pérdida o aumento repentino de peso... En estos casos, las complicaciones no suelen revestir gravedad y remiten solas a no ser que se prolonguen demasiado en el tiempo, lo cual si podría originar infertilidad femenina y tu deseo de ser mamá.

¿Cómo funcionan los ovarios?

Así, parece importante tener claro, inicialmente, cuál es el comportamiento adecuado de los ovarios.

La función ovárica se regula desde el hipotálamo y la hipófisis. Es decir, es el cerebro quien la coordina. Estas estructuras segregan unas hormonas denominadas gonadotropinas, que son las que controlan a los ovarios. De esta forma, el ovario inicia un ciclo, que no es más que la maduración de un óvulo que será “liberado” apróximadamente el día 14 (en un ciclo regular de 28 días). Mientras, el ovario también produce hormonas (sobre todo progesterona y estradiol) que ayudan al desarrollo y engrosamiento del endometrio en el útero, preparándose para una posible implantación embrionaria. Si ésta no se materializa, se produce la menstruación. Es importante cómo reconocer el sangrado de implantación para no confundirlo.

Tipos de fallos en el factor ovárico

El factor ovárico puede surgir por diferentes fallos en los ovarios. Entre ellos se encuentran:

• Anovulación. En muchos casos relacionada con el síndrome de ovarios poliquísticos. Si es circunstancial no tiene gravedad y casi todas las mujeres han pasado por ella alguna vez. El problema viene cuando se convierte en crónica.
• Fallo ovárico precoz. Cuando la menopausia se presenta antes de los 40 años. La reserva ovárica se agota y  causa infertilidad. Es lo que también se conoce por menopausia precoz.
• Hipotoridismo o hipertiroidismo. Exceso o baja producción de hormonas por parte de la tiroides, que interfiere en la producción de estrógenos por parte de los ovarios. También se asocian a problemas de abortos de repetición.
• Disgenesia gonadal. Problema genético por el cual existe un déficit ovocitos en los ovarios desde el nacimiento.


• Síndrome de Kallmann. Otro defecto de nacimiento causado por un mal funcionamiento de la glándula del hipotálamo que libera la hormona gonadotropina y que provoca el retraso en la pubertad. En las mujeres hace que no se inicie la actividad ovárica dando lugar a una infertilidad primaria.
• Síndrome de Cushing. Sobreproducción de cortisol por la glándula suprarrenal, que conduce a una ovulación anormal en las mujeres.
• Fallo ovárico oculto. Falla la reserva ovárica pero sin síntomas aparentes, ni climaterio, ni amenorrea, en mujeres menores de 40 años.

¿Cuál es el diagnóstico del factor ovárico?

Existen varias pruebas para diagnosticar el fallo en el factor ovárico. Una de ellas es la ecografía ginecológica, a través de la cual se diagnostica si existen folículos en el ovario y si estos funcionan correctamente.

La medición de la temperatura basal es útil para saber si se ha producido la ovulación o no. La paciente registra diariamente su temperatura por las mañanas y, si ésta presenta un cambio de 0,5 a 1, indica que la ovulación se ha producido.

Por último, también se realizan estudios hormonales para comprobar que todas las hormonas implicadas trabajan correctamente.

Soluciones para el factor ovárico: ¿qué opciones hay para logar un embarazo?

El tratamiento a seguir dependerá de la causa que produjo este factor ovárico. Los tratamientos suelen ir en dos direcciones: la estimulación y el control de la ovulación con técnicas de reproducción asistida o, en los casos más graves, la donación de óvulos que serán fecundados a través de la fecundación in Vitro.

Ten en cuenta que será un especialista quien valorará qué opción es la más adecuada en cada caso.