Más allá de la simple teoría

Cuando la infertilidad llama a la puerta, la buena sintonía y compenetración, pueden salir por la ventana, sobretodo cuando una decide empezar a controlar los ciclos, a apuntarlo todo en un papel y a limitar las relaciones al momento en que los tests de ovulación comprados masívamente por Internet lo indiquen, o a los días supuestamente fértiles, sin tener en cuenta que existen muchos interrogantes sin resolver sobre el milagro de la concepción y las tácticas para quedar embarazada. La mayoría de las veces no es tan sencillo como contar hasta trece o catorce.

Hay estudios sobre infertilidad que demuestran:

- Que la ovulación puede ocurrir en cualquier momento del ciclo.
- Que las mujeres tenemos más de un pico hormonal al mes, con capacidad de producir la ovulación.

- Que en ocasiones se puede ovular espontáneamente, por ejemplo en casos de enamoramiento repentino.
- Y que el fluido seminal sincroniza a la pareja, habiendo diseñado el hombre, evolutivamente, la habilidad de manipular el tiempo de ovulación femenina.

Para lograr quedar embarazada, puede resultar totalmente contraproducente la monitorización de los procesos, y la pérdida de la espontaneidad y de la capacidad de improvisación.

Para conseguir algo tan natural como la vida misma, hay que comportarse también de forma natural, y así evitar además, que él se pueda sentir como un objeto, únicamente utilizado con fines fecundatorios, como he leído que pasa muchas veces, aunque ninguno lo confiese.