Tipos de inseminación artificial

Existen dos tipos de inseminación artificial: la Inseminación Artificial Conyugal (IAC) y la Inseminación Artificial de Donante (IAD). En ambos casos, los métodos más simples de inseminación artificial consisten en observar al detalle el ciclo menstrual de la mujer, depositando el semen en su vagina justo cuando un óvulo es liberado. También existen procedimientos más complicados, como el de depositar los espermatozoides directamente en el útero, que son utilizados según cada caso y que incrementan la probabilidad de que la fecundación tenga éxito.

IAC: Inseminación Artificial Conyugal

La Inseminación Artificial Conyugal o IAC es una técnica de inseminación artificial empleada en aquellos casos en los que, a pesar de que el semen de la pareja es válido para la procreación, existe algún impedimento o problema fisiológico, sea en el hombre o en la mujer, para que la fecundación se produzca como resultado normal del coito.

Los motivos que pueden llevar a una pareja a decidirse por la Inseminación Articial Conyugal son los siguientes:

  • Impotencia, anomalías en el pene (hipospadias), eyaculación retrógrada o vaginismo.
  • Alteraciones del seminograma como las oligo-astenospermias o la presencia de toxinas en el plasma seminal.
  • Esterilidad de causa cervical producida por anomalías anatómicas del cuello del útero, moco cervical insuficiente o inadecuado.
  • Esterilidad debido a disfunciones ovulatorias o endometriosis.
  • Esterilidad de causa inmunitaria o sin causa aparente.

El proceso de Inseminación Artificial Conyugal se divide en las siguientes fases o etapas:


  1. Control y estimulación de la ovulación, que puede hacerse en un ciclo menstrual espontáneo o en uno provocado mediante la estimulación ovárica.
  2. Determinación del momento de la inseminación, la cual debe realizarse en el momento más próximo posible a la ovulación. Si la inseminación se lleva a cabo en un ciclo espontáneo, pueden usarse medios clínicos como la temperatura basal o las modificaciones del cuello y el moco cervical. En ciclos provocados, determinar el momento de la inseminación es más fácil: una primera inseminación tiene lugar a las 24 horas de la inyección de hCG y la segunda, a las 49 horas.
  3. Obtención y preparación del semen. El semen se obtiene por masturbación después de un periodo de abstinencia de tres días y se deposita en un recipiente de cristal estéril donde permanece entre 10 a 40 minutos a temperatura ambiente para que licúe. A continuación, se elimina el plasma seminal y se seleccionan los espermatozoides con buena movilidad.
  4. Inseminación. El semen se deposita en la vagina, en el canal cervical, en el útero, en las trompas de Falopio o en fondo del saco de Douglas, aunque la vía más usada es la intrauterina. La inyección de semen se realiza lentamente para evitar que se produzcan contracciones que puedan expulsarlo a la vagina.
  5. Apoyo a la fase lútea. En los ciclos provocados, se produce grandes cantidades de E2 lo cual puede ser un efecto negativo para la implantación del cigoto. Para paliarlo, se refuerza la fase lútea con progesterona por vía sistémica o vaginal.
  6. Diagnóstico del embarazo.

 IAD: Inseminación Artificial de Donante

La Inseminación Articial de Donante (IAD) es una técnica de inseminación artificial que consiste en depositar semen de un donante en el sistema reproducción femenino. Es un método de reproducción asistida muy utilizado en matrimonios infértiles, parejas del mismo sexo y mujeres heterosexuales solteras.

Los donantes de semen son anónimos y no deben de haber superado los 39 años de edad. Deben gozar de buena salud física y mental y no deben tener antecedentes familiares ni personales de enfermedad crónica o grave o anomalías congénitas, con el objetivo que de que no puedan afectar a la descendencia.

Antes de proceder a la inseminación con semen de un donante, las clínicas y los bancos de esperma realizan una serie de pruebas médicas rigurosas y fundamentales para prevenir el desarrollo de enfermedades genéticas, anomalías cromosómicas e infecciones de transmisión sexual, como son: análisis de orina, análisis de sangre, examen físico completo (incluyendo pene, escroto y testículos), pruebas genéticas y análisis del semen.

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