¿Son compatibles las relaciones sexuales con los tratamientos de fertilidad?
El tener que someterse a una técnica de reproducción asistida como la inseminación artificial por parte de la pareja es una situación que puede convertirse en traumática y que puede suponer nervios, estrés, altibajos emocionales y cambios en el estado de ánimo. Pero ¿son compatibles las relaciones sexuales con los tratamientos de fertilidad? descúbrelo.
Uno o ambos miembros de la pareja pueden padecer diferentes tipos de problemas de fertilidad o emocionales que se acentúan por las diversas pruebas diagnósticas, los distintos tratamientos, etc. Debido a estas alteraciones psicológicas, muchas de estas parejas ven mermadas sus relaciones sexuales, que disminuyen en frecuencia y placer, a las que mantenían antes de iniciar el tratamiento. Se pierde, en la gran mayoría de casos, el interés por las relaciones sexuales como mero fruto de placer, la espontaneidad, el deseo y el interés sexual.
Por ello, aunque resulte complicado, la gran mayoría de especialistas recomiendan a las parejas que están sometidas a un tratamiento de fertilidad o reproducción asistida que, en la medida de lo posible, continúen con sus rutinas y costumbres. Y esto incluye, por supuesto, su dinámica sexual.
Mantener relaciones sexuales no afecta al resultado de los ciclos y, salvo en algunas fases de los tratamientos en las que se recomienda abstinencia durante algunos días, el resto del tiempo está plenamente indicado mantener relaciones sexuales frecuentes y placenteras. Algunos estudios han concluido que someterse a tratamientos de fertilidad incide negativamente en la vida sexual de las parejas. A veces se deja de lado por miedo a perjudicar a la técnica que se esté recibiendo y, otras, por desgana y porque nos centramos en un único proyecto que nos absorbe y obsesiona: convertirnos en madres y padres.
Por eso muchas mujeres afirman sentirse deprimidas, frustradas y tristes durante estos tratamientos. Se olvidan de otras actividades placenteras no relacionadas con la maternidad y sienten como si sus cuerpos no funcionaran correctamente.
El sexo durante los diferentes tratamientos de reproducción asistida
Para evitar que las relaciones sexuales y los tratamientos de fertilidad sean incompatibles es importante tratar estos temores con el ginecólogo y, en los casos que lo requieran, acudir a apoyo psicológico. Actualmente muchas clínicas de reproducción asistida dan este tipo de servicio a sus clientes para complementar los tratamientos médicos en sí. En Serás mamá te mostramos cuáles son las recomendaciones respecto a las relaciones sexuales y los tratamientos de fertilidad en lo que cada técnica se refiere, presta especial atención.
1. Inseminación artificial (IA)
¿Se pueden mantener relaciones sexuales después de una inseminación artificial? No existen contraindicaciones para mantener relaciones sexuales con frecuencia. De hecho, algunos especialistas las recomiendan ya que las contracciones que provoca al orgasmo pueden ayudar a los espermatozoides a ascender por las trompas de Falopio.
A pesar de esto, si la pareja no desea mantener relaciones puede hacerlo también, puesto que durante este proceso se seleccionan los mejores espermatozoides para implantarlos en la cavidad uterina.
Sí que es cierto que se recomienda una abstinencia de entre 2 y 7 días justo antes de la inseminación pero, más allá de eso, no hay ningún problema en mantener relaciones sexuales.
2. Fecundación in Vitro (FIV)
En este caso las relaciones sexuales no son recomendables en dos fases del ciclo. Una de ellas es tras la fase de punción folicular durante unos días, ya que este proceso provoca un breve sangrado interior. También porque se produce cierta retención de líquido que afecta a los ovarios y hace que estos puedan desplazarse en las relaciones sexuales, provocando dolor.
Durante el resto del ciclo las relaciones sexuales pueden desarrollarse con normalidad durante el tratamiento de la Fecundación In Vitro o de ICSI.
3. Otros tratamientos reproductivos
En el resto de tratamientos con transferencia embrionaria sin estimulación ovárica previa tampoco hay contraindicación para tener una vida sexual activa. De hecho, recientes estudios indican que el liquido seminal durante la fase de implantación está relacionado con una menor tasa de abortos y, una vez obtenido el embarazo, menores índices de riesgo de sufrir preclampsia.
El motivo por el que esto es así no se ha podido determinar con exactitud, pero las investigaciones siguen avanzando en este sentido.