No, no hablo del embarazo. Hablo de cuando comienza esta maravillosa/tortuosa aventura de querer formar una familia, con ilusiones, sueños, y lo peor…plazos.
Imagino que nadie piensa que la infertilidad llegue a su vida, al menos yo no. Y cuando un médico te dice eso de, infertilidad de origen desconocido, directos a FIV, el mundo se viene un poco abajo.
Cuando comenzó nuestra búsqueda del ansiado bebé realmente pensaba que un mes o dos después quedaria embarazada, feliz y empezando a prepararme para mi nueva vida. Luego pasa un año, y no hay resultado, empiezan las dudas, los quizás… y las visitas al ginecólogo.
Al ser de un pueblo y no tener en él una unidad de reproducción asistida la cosa empeora, además de tener que esperar meses para conocer los resultados de todos los análisis hay que sumarle que tu historial llegue al hospital correspondiente, de ahí a que recibimos la ansiada llamada pasaron 11 meses. Vuelta a la ilusión, íbamos a comenzar con la FIV! Y de repente… otro batacazo, otra espera, esta de dos años, nunca se me olvidará ese día.
Por suerte esos dos años se han convertido en 13 meses, al menos para recibir la llamada y repetir pruebas, pero al menos hemos empezado antes de lo que esperábamos!
Este es un resumen de mi historia, una historia basada en la espera, la paciencia y la desesperación. Supongo que toda infértil que me lea me entenderá perfectamente.
La conclusión de este post es… que esperar cuando estas esperando? Poco o nada, paciencia chicas, que dicen que es la madre de la ciencia!
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