La endometriosis es una enfermedad crónica que afecta entre un 15 y un 20% de las mujeres en edad fértil, no tiene cura y, en algunos, casos es muy dolosa. Endometriosis y fertilidad van directamente relacionados porque esta patología se encuentra entre las principies causas de infertilidad femenina. MªÁngeles Poveda, la presidenta de La Asociación Estatal De Afectadas Endometriosis-ADAEC, responde a Serás mamá sobre los síntomas, complicaciones y principales tratamientos para la endometriosis.
¿Qué es la endometriosis?
La endometriosis es una enfermedad crónica, que afecta a un número importante de mujeres en edad fértil (entre un 15 y un 20% e la población, unos 14 de mujeres y niñas en toda la Unión Europea, y 176 millones en el mundo). En un 20% aproximadamente es activa, pudiendo producirse dolor y esterilidad, en algunos casos. Es diagnosticada entre los 16 y 50 años.
El tiempo medio para la emisión de un diagnóstico sufre un retraso cercano a los 9 años. Durante este periodo las pacientes sufren, además de los problemas derivados de la enfermedad, una considerable disminución de su calidad de vida debido al estrés, el desconocimiento y la incomprensión social, familiar y en muchos casos médica.
Actualmente, no se conoce una cura para la enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas más comunes de la endometriosis?
Sus síntomas principales son: el dolor durante la menstruación, calambres, cólicos, infertilidad, dolor al orinar, al defecar, en las relaciones sexuales, dolor abdominal sin menstruación, problemas digestivos (como estreñimiento o diarrea), dolor en la parte baja de la espalda, sangrados abundantes, nauseas, mareos, dolor incapacitante en sus niveles de más gravedad, entre otros.
¿Qué proceso sigue la enfermedad?
Según la localización y el grado de penetración de los focos endometriósicos en el tejido, se distinguen tres formas diferentes de enfermedad:
- La endometriosis peritoneal: en la que aparecen implantes superficiales en el peritoneo (tejido que recubre el abdomen).
- La endometriosis ovárica: formando quistes de líquido con aspecto achocolatado que se denominan endometriomas o quistes de chocolate.
- La endometriosis profunda: en la que los implantes penetran profundamente por debajo del peritoneo, lugar donde se localizan estructuras tan importantes como los nervios pélvicos, los uréteres, el recto, la vejiga, etc. Esto hace que esta sea la forma más grave de la enfermedad.
En mayoría de pacientes se asocian varios tipos de endometriosis a la vez.
¿Qué complicaciones puede provocar la endometriosis?
Además de la esterilidad y el dolor crónico con la pérdida de calidad de vida que conllevan, las complicaciones derivadas de la endometriosis que tienen que ver con la afectación de órganos pélvicos como el intestino, el uréter o la vejiga y las derivadas de las repetidas cirugías a las que pueden llegar a ser sometidas estas pacientes.
Son menos comunes las lesiones en pulmones, nervios, cerebro, u órganos extrapélvicos en general.
¿A qué pruebas diagnósticas se somete a la paciente con endometriosis?
En endometriosis no existe una prueba diagnóstica definitiva. La principal herramienta para conseguirlo son los síntomas que presentan las afectadas. Los profesionales pueden realizar entonces, varias técnicas que verifiquen el diagnóstico. Estas son:
- Examen físico: Sólo las lesiones infiltrantes de la pelvis que se localizan entre el recto y el útero son fáciles de determinar con un tacto ginecológico y/o tacto rectal. Se palpan como zonas abultadas dolorosas cuando el tacto se realiza durante la menstruación y hay dificultad para la movilización del cuello del útero, los ovarios y los demás órganos de la pelvis.
- Marcadores tumorales: aunque no son definitivos, los altos niveles en los marcadores CA-125 y CA-19-9, pueden ser indicadores de padecer la enfermedad.
- Pruebas de imagen: como la histerosalpingografía, ecografía, resonancia magnética nuclear, etc.
- Cirugía: suele ser el diagnóstico más definitivo, para detectar esta patología. La más habitual es la laparoscopia. Se realiza a través del abdomen, con varios tubos con cámara óptica y distintos instrumentos quirúrgicos. También la laparotomía, utilizada como última opción por ser una técnica más invasiva.
¿Cuándo se debería recurrir a la cirugía?
La cirugía de la endometriosis, más en endometriosis profunda, es muy compleja y de altos conocimientos técnicos. Sólo debería llevarse a cabo por ginecólogos muy experimentados o por un equipo multidisciplinar de ginecólogos, cirujanos generales y urólogos, para garantizar la máxima calidad posible a la paciente. Sin embargo, la elevada frecuencia de endometriosis hace que, en muchos casos (sobre todo cuando se cree que es solamente ovárica o peritoneal), se piensa que se puede realizar sin demasiadas dificultades. Estos casos, si están también asociados a endometriosis profunda, acaban siendo operados por cirujanos inexpertos que no pueden ofrecer las máximas garantías a la paciente. Estas cirugías se pueden asociar a complicaciones severas como pérdida de la función de los ovarios (en forma de esterilidad permanente), afectación de la inervación pélvica (en forma de dolores pélvicos crónicos) o de las funciones urinaria o defecatoria. También se pueden llegar a causar secuelas neurológicas más severas, en casos excepcionales.
¿Qué se puede decir sobre los factores de riesgo de la endometriosis?
Existen diferentes factores de riesgo que predisponen a padecer endometriosis. Hay que recordar que la principal teoría sobre el origen de la endometriosis la relaciona con la menstruación retrógrada y con la alteración de la función de las células de limpieza de la cavidad pélvica. Así cuanta más sangre llegue a la pelvis , mayor será el riesgo de presentar endometriosis por esas pacientes.