Aunque quizá hace unos años los padres solteros fueran una minoría, lo cierto es que cada vez más hombres se plantean seriamente esta alternativa. Los nuevos modelos de familia, no encontrar a la pareja adecuada tanto si se es gay como heterosexual y otros factores hacen que muchos se animen a pensar en esta posibilidad, lejos de renunciar a su deseo de convertirse en padres. Por ello, llegada una edad es posible que te plantees cuáles son las opciones más viables a la paternidad para un hombre soltero y cuál de todas las alternativas encaja más en tu caso.
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¿Cuáles son las alternativas para ser padre soltero?
Existen varias opciones para los hombres solteros que desean convertirse en padres. Entre ellas destacan la gestación subrogada, la adopción o la copaternidad, veamos cada una de ellas con detenimiento.
1.La adopción.
Sería la primera alternativa para ser padre soltero y hasta hace pocos años la única que tenían los hombres que querían ser padres sin tener una pareja femenina a su lado. Sin embargo, si ya para modelos de familia tradicionales entre el hombre y la mujer, casados legalmente puede ser una tarea difícil y que implica tiempos muy largos de espera, para un hombre solo es aún más complicado. Descubre cómo adoptar a un niño siendo padre soltero y toma nota del procedimiento a seguir.
El candidato tendrá que pasar según el tipo de adopción, ya sea una adopción nacional o internacional un número indeterminado de estudios para considerarlo apto. Se analizará su situación económica, estabilidad laboral, disponibilidad horaria, hábitos de vida, etc.
Una vez considerado “apto” para la adopción, se le asignaría un “niño” es muy difícil conseguir un bebé y debería iniciar unos trámites que pueden llevarle varios años.
A su favor, está la oportunidad de ofrecerle un padre amoroso e implicado a un niño que en principio no cuenta con esta figura. Es también una demostración de altruismo.
2.La coparentalidad
Un término que se ha adoptado en los últimos tiempos para catalogar a un nuevo modelo de familia, la formada por un hombre y una mujer sin ningún tipo de vínculo afectivo pero que comparten el deseo de convertirse en padres. Ambos realizan este acuerdo y, habitualmente, a través de una fecundación in vitro, consiguen su propósito. Los dos miembros compartirán responsabilidades, educación y manutención del hijo o los hijos nacidos, es una manera de ser madre o ser padre con un acuerdo de por medio.
En la práctica la situación es similar a la que se da en las parejas que se han separado con la diferencia de que éstas nunca estuvieron juntas.
Entre los inconvenientes de la coparentalidad encontramos la elección acertada o errónea de la persona con la que se compartirá paternidad y que debe tener nuestra misma visión respecto a los valores y demás aspectos que queremos inculcar a nuestros hijos.
La gran ventaja de esta opción para vivir la paternidad en solitario es que libera de cargas a ambos miembros, ya que se comparten responsabilidades.
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3.La gestación subrogada
Se trata de una alternativa de reproducción asistida en el que una mujer se ofrece para ser la madre gestante, desvinculándose posteriormente del bebé para que se haga cargo de él la pareja o persona que ha iniciado el proceso.
La gestación subrogada es un procedimiento relativamente nuevo y controvertido muchos países lo prohíben dentro de sus fronteras como es el caso de España) mientras que otros están empezando a legalizarlo y, los menos, lo aplican desde hace años.
Sin embargo esta posibilidad no está “abierta para todos” ni siquiera en los países donde es legal y esta situación se complica en el caso de hombres solos.
En este sentido solo dos países ofrecen garantías a los hombres sin pareja: Estados Unidos y Canadá. Por ello esta opción para ser padre soltero es realmente interesante cuando se tramita correctamente y el proceso es completamente legal.
Este es un método para ser padre soltero que tiene como ventaja que el futuro bebé puede contar con el material genético del padre, siempre que no exista impedimento como enfermedades hereditarias o una enfermedad por la cual el hombre no pueda aportar su semen y tenga que recurrir a un donante del mismo.
En cualquier caso, la primera acción sería acudir a una agencia de subrogación a informarse adecuadamente.
