En los últimos años han surgido nuevos modelos de familia que rompen con lo establecido hasta el momento y platean nuevas fórmulas alternativas. Uno de estos modelos es la coparentalidad: dos personas que se unen por su deseo de ser madre y ser padre pero que no comparten una relación amorosa. Es decir, que separan la relación de pareja con su objetivo de ser padres, siendo este último el único que los une y vincula.
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Definición de coparentalidad
Aunque es difícil definir el concepto de coparentalidad en los términos adecuados ya que responde a un nuevo modelo de familia. Aquellos que deciden ser co-padres son personas que carecen de una relación afectiva o sexual pero que se unen en pro de un objetivo común, tener un hijo. De esta forma, los dos compartirán responsabilidades respecto a su cuidado y crianza futuras tanto en educación y lazos afectivos como en mantenimiento económico a diferencia de ser madre soltera o ser padre soltero.
El mismo concepto en sí puede confundirnos un poco y ser complicado de asimilar en un principio, ya que hace que se tambaleen los cimientos en los que sustentamos las relaciones paterno filiares: una pareja con una relación afectiva con unos hijos comunes.
Sin embargo, al igual que existen otros modelos como madres o padres solteros, parejas de padres / madres del mismo sexo, etc. este es otra alternativa más que tienen también sus adeptos.
Muchos de ellos son personas que, por una circunstancia u otra, no pueden o tienen pareja pero que sí experimentan un deseo o necesidad de tener un hijo. No obstante, prefieren hacerlo acompañados y compartiendo responsabilidades con otra persona que comparta sus mismas circunstancias. Es verdad que se recurre a esta forma de ser padre, no debido a los problemas de fertilidad si no a la necesidad de tener un pareja para criar a los niños.
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Ventajas y desventajas de la coparentalidad
La coparentalidad puede asemejarse en forma y procedimiento a lo que vive una pareja con hijos después de una ruptura. Los padres se separan pero siguen manteniendo un vínculo de por vida por el hijo o hijos que comparten y de los que deben responsabilizarse para siempre. Ambos les otorgarán sustento económico, estarán implicados en su educación, les darán apoyo emocional, etc.
En estos casos se trata de un modelo no elegido sino fruto de las circunstancias, mientras que en la coparentalidad se elige este modelo de base. El niño nace ya en un estado en el que sus progenitores no mantienen vínculos afectivo pero ambos se ocupan de su crianza.
Entre las ventajas de la coparentalidad frente a los tratamientos de fertilidad se encuentran los siguientes aspectos:
- Es una alternativa muy útil para personas sin pareja con el deseo de tener un hijo pero con el convencimiento de que ha de ser una responsabilidad compartida con otra persona.
- También puede suponer una forma de paternidad / maternidad para personas gays o lesbianas que quieren un referente del otro sexo en la educación de su hijo y que no quieren apostar por el método ROPA.
- Parejas del mismo sexo pueden solicitar esta alternativa para así seleccionar al donante del gameto que falte en su relación y acordar con él / ella los términos de su coparentalidad.
- En la coparentalidad todos sus miembros pueden acordar previamente cuáles son sus responsabilidades y límites, no existe una estructura establecida.
- Los niños resultantes de este sistema nunca tendrán que vivir la experiencia traumática de una separación afectiva de sus padres.
- Los co-padres disfrutarán de las ventajas de la paternidad pero también de la no paternidad, al disponer de bastante tiempo para ellos mismos.
Respecto a las desventajas, también las hay y debemos tenerlas en cuenta antes de decantarnos por este modelo. Principalmente es una, que englobaría muchas ramificaciones.
- Las personas que comparten co-parentalidad han de ser muy afines y tener una misma perspectiva respecto a crianza, valores...
Si no es así, esta experiencia podría convertirse en un problema de por vida.
