Postergar la maternidad está a la orden del día. El trabajo, la poca estabilidad económica e incluso no encontrar a la pareja correcta, pueden ser motivos por los que las mujeres deciden tener hijos cada vez más tarde. Lo cierto es que es un problema, pues a partir de los 35 años, la calidad reproductiva de la mujer desciende, y por lo tanto la fertilidad a los 40 años no es la misma que la de los 25. No obstante, a grandes males, grandes remedios. Los tratamientos de fertilidad son una excelente opción si se desea ser madre a una edad más avanzada. Ahora bien, no todos sirven, sobre todo cuando pasamos de los 40. Estos son los tratamientos de fertilidad recomendados a partir de los 40 años.
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¿Cuáles son los tratamientos de reproducción asistida que pueden ayudarte a ser madre a los 40 años?
En España, la Comisión Nacional de Reproducción Asistida, recomienda no sobrepasar los 40 años. No obstante, no es un límite legal. Es más bien una recomendación, fruto de un consenso entre profesionales. En la Seguridad Social lo tienen claro, por lo que la edad límite estaría ahí. No obstante, en una clínica privada es posible someterse a un tratamiento de fertilidad pasados los 40 años.
¿Es posible quedar embarazada pasados los 40? Sí, es más, hay casos y no son pocos en los que mujeres conciben de forma natural entre los 40 y 42 años. Por tanto, un tratamiento de fertilidad también podría dar buenos resultados. Ahora bien, quizá no todos. Es mejor ponerse en manos de profesionales a la hora de ser madre a esta edad.
Como comentábamos, no todos los tratamientos son igualmente efectivos a partir de los 40 años. En esta edad, básicamente a grandes rasgos tenemos dos opciones, la fecundación in vitro y la inseminación artificial, veamos ambos tratamientos detalladamente.
1.Inseminación artificial
Tan sólo un 5% de las pacientes mayores de 40 años que van a centros de reproducción asistida se someten a este tratamiento. Este tratamiento consiste en depositar el semen de forma artificial en el tracto reproductor femenino para poder acotar la distancia que lo separa del óvulo. Una forma de facilitar el encuentro.
Si bien es cierto que una mujer que no ha llegado a la menopausia, puede quedar embarazada por inseminación artificial, los datos dicen que tan sólo un 11% de los casos terminan en gestación. Además, es importante saber que la tasa de aborto se eleva a más del 50%.
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2. Fecundación in vitro
El tratamiento más común a partir de los 40 años es la fecundación in vitro. Hay que tener en cuenta que pasados los 40, la tasa de esterilidad femenina está en torno al 70%. El número y calidad de óvulos ha descendido considerablemente, algo que, sin duda, juega en contra del embarazo.
En estos casos, lo mejor es optar por la FIV. Se trata de la unión del óvulo con el espermatozoide en el laboratorio, con el fin de obtener un número apto de embriones de mayor calidad.
Los especialistas en fertilidad aseguran que en el 60% de los casos, las mujeres terminan optando por la donación de ovocitos o por la ciclotransferencia de embriones que han estado conservados a muy baja temperatura. En estos casos, el porcentaje de éxito sería mucho mayor.
La importancia de la vitrificación de los óvulos
Antes no se le daba tanta importancia. Ahora, con la experiencia suficiente en temas de fertilidad después de los 40, los especialistas aseguran que la vitrificación de óvulos es una de las opciones más recomendables.
A partir de los 35 años, la calidad de los óvulos va bajando muchísimo. Si aun así, deseas aplazar el momento de ser madre, lo mejor es la vitrificación de tus óvulos. En esta vitrificación, se extraen un número determinado de ovocitos y se congelan mediante la técnica de vitrificación. Así, la mujer puede conservar durante más tiempo sus propios óvulos, con una calidad que no tendrán a partir de los 40 años
