Cómo debe ser el grosor del endometrio para favorecer la implantación del embrión

El endometrio es la envoltura del útero, un revestimiento viscoso y repleto de vasos sanguíneos donde se implantará el embrión y se desarrollará. Un agente determinante en la consecución de un embarazo ya que, de no presentar un estado ideal, no se conseguirá el mismo. Si quieres quedarte embarazada, sigue leyendo, así debes ser el grosor del endometrio para que se produzca la implantación embrionaria con éxito.

Cuando la concepción es el fin, el grosor del endometrio ha de alcanzar los 8 milímetros mínimo, ya que espesores menores a eso se relacionan frecuentemente con fallos repetidos de implantación.

Endometrio perfecto para la impantación

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Esto se debe a varios motivos. Uno de ellos, es porque un endometrio delgado puede ser un síntoma de que no se recepcionan bien las cantidades necesarias de estrógenos. Mientras que otro problema es la cantidad de oxígeno que presenta el endometrio y la tensión del mismo.

Por otro lado, el endometrio trilaminar puede favorecer el embarazo dado que se considera un tipo de endometrio receptivo.

Así debe ser el endometrio para lograr la implantación embrionaria

En los tratamientos de reproducción asistida se comprobará que el endometrio se encuentra en su estado ideal a través de una ecografía. Así, se verifica que tenga una estructura trilaminar y un grosor regular. Además, se establece el punto de mayor receptividad o engrosamiento (alrededor del día 19 del ciclo) para realizar la transferencia embrionaria. Este momento se denomina ventana de implantación, ya que es el instante ideal en el que puede producirse la implantación embrionaria.

Un tratamiento hormonal previo hará que, si la mujer no es capaz de generar este engrosamiento por sí misma, pueda llevarse a cabo con ayuda médica para conseguir ser madre y formar una familia. La preparación endiometrial consistirá pues, en la administración controlada de ciertas cantidades de estrógenos y progesterona.

¿Existe el endometrio perfecto para la implantación del embrión? A través de una ecografía transvaginal se podrá verificar la idoneidad del endometrio y con qué tipo nos encontramos.

  • Endometrio tipo 0. Es el que se da en la fase del ciclo menstrual, donde tan solo puede observarse una fina capa menor a 5 milímetros
  • Endometrio tipo 1. Trilaminar. Se observan tres líneas paralelas en él. Se da en la fase proliferativa y las líneas, si bien se aprecian, no se distinguen claramente

  • Endometrio tipo 2. Es el que se da justo antes de la ovulación. Continua el estado trilaminar pero aquí sí que se observa perfectamente. El grosor alcanza ya los 8-10 milímetros. Continuamos en la fase proliferativa.
  • Endometrio tipo 3. Se da en la fase lútea donde se aprecia líquido en su interior
Importancia del endometrio en la implantación

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Un diagnóstico adecuado de en qué fase y estado se encuentra el endometrio hará que las posibilidades de lograr un embarazo aumenten exponencialmente.

Existen una serie de tips para mejorar e grosor del endometrio, además hay que tener en cuenta que en los tratamientos de fertilidad es necesario realizar una preparación endometrial para aumentar las posibilidad de conseguir el embarazo, normalmente se administra progesterona vía vaginal para conseguir el mismo efecto que en una situación natural.

Cuando la ecografía no nos ofrece suficiente información podemos acudir a otras dos técnicas:

  • Histeroscopia: que nos ayuda a valorar el aspecto y funcionalidad endometrial y a tratar ciertas patologías.
  • Test Era o test de receptividad endometrial: valoración que detecta los genes implicados en su receptividad, para verificar que se encuentra en dicho estado y puede albergar un embrión sano. Este test se utiliza frecuentemente en los tratamientos de Fecundación in Vitro (FIV), sobre todo en pacientes que han tenido fallos previos en la implantación embrional. También resulta útil para concretar si la ventana de implantación se ha desplazado, algo mucho más frecuente de lo que creemos.

Habitualmente la implantación del embrión se produce una semana más tarde de la ovulación, por lo que conviene mostrar atención en este periodo.

En el caso de un embarazo conseguido gracias a una técnica de reproducción asistida, como una FIV, el embrión no se implanta de manera inmediata, sino que se “cultiva” en el laboratorio durante 2 o 3 días (o más) para comprobar su calidad y viabilidad, y, a partir de ahí, se implanta. De ahí que en una FIV “la implantación” en sí sea un proceso más rápido que en un embarazo logrado de manera natural y solo tarde uno o dos días en "completarse".

Patologías del endometrio que influyen en la fertilidad de la mujer

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Fecha de última actualización: 26/02/2019

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